La larga historia de una deserción en masa (Miami Herald)

20.11.2004 12:26
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#1 La larga historia de una deserción en masa (Miami Herald)
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La larga historia de una deserción en masa

E. DE VALLE, D. OVALLE y M. MERZER

The Miami Herald


La historia abarca dos continentes, toca a Fidel Castro y a Sigfried & Roy, a una productora de origen alemán y a un dirigente del exilio de origen cubano, a Colin Powell, así como a 53 cantantes, bailarines y músicos cubanos.

Por el momento, ha terminado en las computadoras de Inmigración y en los escenarios --8 shows por semana, del mambo al reggathon-- del Wayne Newton Theater, en el Stardust Resort and Casino de Las Vegas.

También ha terminado con 50 miembros de una compañía llamada Havana Night Club unidos en una de las mayores deserciones cubanas desde que Castro llegara al poder. Todos ellos han sido beneficiarios del cabildeo de la comunidad cubana de Miami, de la minuciosa contabilidad del grupo y de un viraje en la restrictiva política del gobierno de Bush en relación con los artistas cubanos.

Un momento decisivo fue cuando la abogada neoyorquina del grupo le dijo a Joe García, un conocido activista de la comunidad cubana exiliada, que muchos miembros de la compañía querían desertar.

Otro fue cuando los artistas escenificaron una arriesgada demostración pública en La Habana, documentada por CNN.

Otro, cuando la abogada del grupo convenció al Departamento de Estado que el cha-cha-cha era esencialmente cubano y dejó caer 800 páginas de expedientes financieros en las mesas de los burócratas norteamericanos.

''Este es el único grupo que ha tratado de probar que era independiente del gobierno cubano, y lo ha hecho con documentos'', afirmó a The Herald un funcionario del Departamento de Estado que prefirió el anonimato. ``Presentaron un caso muy convincente''.

''Tuvimos que poner en juego nuestra credibilidad'', indicó García, antiguo director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana, que escribió una carta a Powell en defensa del grupo a principios de julio y encabezó el cabildeo.

El grupo, creado por la directora alemana Nicole Durr, ha trabajado en 17 países.

Pero fue en el otoño pasado cuando se produjo la oportunidad que habían estado esperando: una invitación de Sigfried & Roy para trabajar en el Stardust. En Las Vegas. En Estados Unidos.

Pero las casi congeladas relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU crearon dos inesperadas barreras.

Desde noviembre del 2002, la política de EEUU prácticamente ha prohibido las visitas de artistas cubanos. La razón que se alega es que la mayor parte del dinero que ganan en ultramar termina en los bolsillos de Fidel Castro.

El régimen de Castro, percibiendo el descontento del grupo y temiendo una posible deserción, le negó los permisos de salida del país. Funcionarios cubanos dijeron que la ruptura del Havana Night Club con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba --hecha para demostrar su independencia-- la había convertido en un entidad sospechosa.

En gran medida, la controversia empezó en enero y febrero, cuando EEUU le negó visas a los miembros del grupo.

Cuando se difundió la noticia de que les habían negado las visas, varios conocidos exiliados cubanos en Miami y otros lugares empezaron a presionar a su favor. El esfuerzo se intensificó cuando Pamela Falk, la abogada del grupo, le dijo a Joe García que muchos miembros del grupo querían desertar.

García le escribió una carta a Powell el 25 de junio, y él y sus colegas cabildearon a senadores y a funcionarios del servicio exterior que apoyaban la prohibición.

El esfuerzo fue criticado por los que creían que Havana Night Club era sólo otra organización destinada a servir como embajadora del régimen castrista.

''Hasta en la radio hubo ataques personales contra mí y contra Dennis Hays'', afirmó García. Hays, ex embajador norteamericano en Surinam, dirigió la oficina de la Fundación Nacional Cubano Americana en Washington antes de unirse a la firma de cabildeo dirigida por Al Cárdenas, ex presidente del Partido Republicano en la Florida. Emilio González, quien había estado en el Consejo de Seguridad Nacional, también trabaja para Cárdenas y brindó su ayuda.

Todos estos esfuezos produjeron una revisión en la política de la administración pero el grupo todavía tenía que superar otro obstáculo político: tenía que demostrar que era independiente.

Entonces entra en juego Falk, una abogada de comercio internacional y profesora de la City University de Nueva York que representaba a la compañía. Tuvo que convencer a los burócratas del Departamento de Estado que el cha-cha-cha era cubano, prueba de que el grupo ofrecía algo ``culturalmente único''.

Finalmente, a fines de julio, 46 miembros de la compañía recibieron sus visas americanas. (Otros siete, que fueron rechazados por tener familiares en EEUU, terminaron en Alemania. Allí solicitaron un parole para viajar a EEUU. Seis ya han llegado).

Dos días después de que las visas fueron entregadas, Durr, la directora de Havana Night, recibió la orden de salir de Cuba. En respuesta, la compañía organizó una protesta frente al Ministerio de Cultura que fue grabada por CNN.

http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/wo...ba/10228101.htm


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20.11.2004 13:31
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#2 RE:La larga historia de una deserción en masa (Miami Herald)
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Cubanos de Las Vegas acogen a los asilados

DAVID OVALLE y ELAINE DE VALLE

The Miami Herald


Probablemente el Café Florida sea lo más cercano a Cuba que se pueda encontrar en Las Vegas.

Sergio Pérez, el amistoso dueño del local, inaugurado hace ocho años, nació en Cuba y cuela un café fuerte y cremoso. Los cuadros de las catedrales y calles de La Habana que adornan el café vienen directamente de la isla.

Así que no es extraño que el grupo de artistas cubanos que desertó esta semana en Las Vegas se haya convertido en clientela habitual.

''Vienen probablemente una o dos veces por semana. Sin este café posiblemente no podrían sobrevivir'', bromeó.

Pérez y miembros de la considerable comunidad cubanoamericana de la ciudad han acogido cálidamente a los artistas del Havana Night Club Show.

Han asistido a los shows del grupo, han dado fiestas para la compañía y hasta han jugado fútbol con ellos. Las estaciones hispanohablantes de televisión dado amplia cobertura a la compañía.

Los comunidad cubana está bien establecida en la urbe. Muchas personas que trabajaron en los casinos de la isla y en la vida nocturna de La Habana antes de la revolución de 1959 emigraron directamente a Las Vegas para encontrar trabajo en el mismo sector. (LOL!)

Por supuesto, la comunidad cubana de Las Vegas carece del tamaño y el poder político de su contraparte en el sur de la Florida.

Tradicionalmente, la mayor concentración de cubanoamericanos ha estado en Washington D.C. y en el Gran Miami. Otras poblaciones considerables residen en Tampa, Los Angeles y el condado de Hudson, en Nueva Jersey.

Pero el área de Las Vegas alberga a unos 13,100 cubanos, la octava concentración en el país, según el Censo del 2003. Eso significa que hay más cubanos en el Condado de Clark que en las áreas metropolitanas de Atlanta (11,250), Chicago (9,000) o San Antonio (7,150).

En Las Vegas, no son tan prominentes porque no son tan activos políticamente como en Miami o en Union City, Nueva Jersey, y porque sólo constituyen el tres por ciento de la población hispana, que es 75 por ciento mexicana.

''No es una comunidad muy visible porque es muy pequeña'', comentó Tony Alamo, vicepresidente del Mandalay Bay Resort y miembro del capítulo de la Fundación Nacional Cubano Americana de la ciudad.

Los cubanoamericanos locales se acercaron a los artistas en cuanto la compañía empezó a trabajar aquí este verano.

Aleyda Hernádez-Basulto, una agente de bienes raíces nacida en Cuba y que se mudó a Las Vegas hace casi 30 años, dio una cena en honor del grupo. Cenaron puerco asado y tomaron ''muchos mojitos'', dijo Hernández Basulto.

Como muestra de apoyo, Hernández-Basulto inclusive estuvo el lunes en el edificio federal local cuando los artistas presentaron sus pedidos de asilo.

Medio en broma, Aleyda dijo que si el espectáculo hubiera sido en Miami, la comunidad exiliada de allí habría protestado.

Pero aquí los cubanoamericanos somos menos políticos, señaló.

''Estos muchachos son producto del régimen de Castro'', comentó. ``Y los que apoyan a Castro deben darse cuenta de que los cubanos de la isla huyen hacia la libertad''.

Después del primer show este verano, dos cubanoamericanas se acercaron a José Manuel, un cantante y bailarín de 38 años, y se han hecho amigas suyas, asistiendo a muchos de los programas.

Pérez, el dueño del Café Florida, también está orgulloso de los artistas desertores.

''El show es como una historia de Cuba, desde los cantos africanos hasta el cha-cha-cha'', apuntó.


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