Los Platos de la contra revolución

20.02.2008 18:11
avatar  Gerardo
#1 Los Platos de la contra revolución
avatar
Cubaliebhaber/in

Los Platos de la contra revolución

Sorprende y aburren al mismo tiempo las referencias continuas que el ahora transitorio jefe de gobierno hace a los llamados ataques de la contra revolución, sobre todo cuando se refiere a la inseguridad, al desabastecimiento, a las enfermedades epidémicas, a la salud, , a todos los problemas del país que no sólo no supo resolver sino que los agravó, a las protestas de la calle llevadas adelante por su propia gente, o por quienes hasta no hace mucho lo apoyaban.


Tratar de culpar siempre a otros de sus enormes metidas de pata es cuanto menos un burdo ejercicio de cinismo que ya el pueblo no le compra. Pedir ahora una investigación acerca de una siembra de mosquitos hecha por la “contra revolución” para que se propague el dengue, se parece a las que Fidel denunciaba cada vez que fenómenos como estos ocurrían en Cuba, que por supuesto sólo los incauto creían por respeto al Comandante que había luchado largamente en Sierra Maestra, pero con toda certeza, al de aquí, ya nadie le cree En donde hay basura y desperdicios renacen los patas blancas y las ciudades que manejan sus alcaldes, reconocido por el mismo Chávez, se ahogan en la basura y los desperdicios. Es esa la razón y no otra. Ha sido demasiado larga la letanía de excusas siempre acusando a los otros, primero a sus ministros por incapaces, que lo son, y luego a la oligarquía y al “emperador” Bush y ahora a la contra revolución criolla que hasta mosquitos pata blanca le siembra. Malas fabulaciones, largas letanía de excusas por los resultados demasiado flacos obtenidos en dos períodos consecutivos de un gobierno que ha desperdiciado los coyunturales recursos petroleros, de manera cuestionable.

Antes que todo hay que decir que para que haya una contra revolución es indispensable que haya una revolución, y eso aquí no ha sucedido En el caso nuestro en estos nueve años de retórica tan barata como incierta, poblada de imágenes y pretendidas metáforas revolucionarias de una grandielocuencia a veces grosera, no hemos visto un solo gesto revolucionario. Si, desde un principio, el gobierno quiso hacer una revolución entonces no ha habido mayor contra revolución que la que ha generado con sus políticas el propio gobierno. Factores contrarrevolucionarios son por ejemplo: la inseguridad, el desempleo, el alto costo de la vida, el desabastecimiento, la falta de viviendas, la inflación, la quiebra del sistema de salud, la retórica inútil, el incumplimiento de las promesas que día tras día se hacen, el acoso a la libertad, a la democracia, el lenguaje amenazante, tener puestos los ojos solamente en los países vecinos, en eso que el pueblo llama sabiamente “oscuridad de la casa”.

Contra revolución es la inseguridad que se ha creado en el país, gracias a que el gobierno no ha tenido la voluntad política de meterse en el meollo del problema, por temor a perder las simpatías de las gentes de los barrios populares. Procurar el desarme real de la delincuencia que en los barrio se asienta, crear un sistema de vigilancia permanente en los barrios que pueda brindarle algo de tranquilidad y sosiego a sus habitantes. Nada de eso ha sido hecho y las consecuencias están allí más vivas que nunca. Contra revolución es el desempleo producto de políticas erradas que comenzaron por negar la seguridad jurídica de las empresas, muchas de las cuales, más de cinco mil, se vieron obligadas a cerrar. Contra revolución es haber hablado de cooperativas, haberlas financiado y no haber cosechado ningún resultado satisfactorio.- Contra revolución es el desabastecimiento al que nos condujo haberle dado golpes injustos al aparato productivo del país, sin tener con qué sustituirlo, arrojando como resultado el creciente estado de desabastecimiento.

Contra revolución es haber estimulado invasiones a hacienda y fincas productivas en vez de haber comenzado por la distribución de las tierras que tiene el Estado y procurar de esa manera alcanzar en el mediano plazo el auto abastecimiento alimentario de la Nación. Es francamente lamentable la contra revolución que significan las importaciones que hoy por hoy andan por los cuarenta y cuatro mil millones de dólares, mostrándonos después de nueve años que somos hoy más que nunca absolutamente dependientes de todo. Contra revolución es la perversa devaluación de nuestra moneda hecho inocultable aun con la creación de ese maquillaje contable que es el bolívar fuerte. Contra revolución es el negociado que con el dólar hacen quienes pueden tener acceso a esos billetes y contra revolución es confesar de vez en cuando o cuando la crisis lo amerite, los errores que se cometen las omisiones que son muchas en el cumplimiento del deber de quienes conducen el país, y no hacer nada para corregirlos. Contra revolución es la mala utilización de los inmensos recursos que provienen del petróleo, cuestión que nos sume en el estupor al ver que a pesar de ese regalo de la naturaleza, vamos cada día más en franco retroceso. Contra revolución es encargarle a la incompetencia las responsabilidades mayores de la Nación, no tener un sistema judicial confiable, y unas instituciones al servicio de una sola voluntad, de un solo criterio, de un solo pensamiento. Contra revolución es acusar a otros de los propios errores tal como sucede aquí todos los días.

No señores, no es Bush quien nos entorpece la vida, no es Uribe, no es el Imperio ni el Rey de España, el origen de los males está aquí, se concentra en las divagaciones, en las malas influencias y las malas amistades. Está en el hecho de no haber comprendido que la función de un gobierno es gobernar.

EL PLATO

Contra revoluciones en la cocina las ha habido y las hay en abundancia, muchas de ellas signadas por la moda, el esnobismo y los inventores de fórmulas que nos separan de las mesas y de las cocinas verdaderas. Pero en estos momentos la mayor contra revolución que hay es que cuando usted decide hacerse un hervido de gallina, vaya el mercado y no la encuentre, ni tampoco encuentre su sustituto que es el pollo, y que cambiando de parecer piense en hacer un hervido de res y tampoco encuentre la carne y que si mira entonces hacia el hervido de pescado le digan que ya no hay ni sardinas y que en cuanto a los otros peces pues su precio, cuando los hay, es tan inalcanzable que termina haciendo no un hervido sino una menestra con las verdura que a duras penas pueda encontrar.

En Roma aprendí mucho de la llamada cocina de post guerra, genial en el sentido que el desabastecimiento, según muchos la peor de las penurias para el ser humano, los había obligado a reinventar la cocina y sus platos. Acordándome de ese aprendizaje en estos días de definitivo desabastecimiento y espera que lleguen a nuestros puertos la carne y el pollo se me ocurrió hacer el siguiente hervido de carne sin carne. Con dos litros de agua y tres cubitos de carne hice un caldo y en ese caldo puse a cocinar dos cebollas dos dientes de ajo, un ajo porro y dos tallos de cebollón, picados, cortadas en juliana, dos jojotos troceados, dos papas cortada en mitades, dos pedazos de yuca, un trozo de ñame, dos ajíes dulces, un pimentón cortado en julianas y cuando llegaron a su punto, le añadí un taza de hojas de albahaca licuadas con do cucharadas de aceite de oliva , lo revolví todo y m serví aquel “hervido” de color verdoso de sabor insuperable , acompañado con rodajas de pan viejo untado con mantequilla de ajo, frito. Lo comí pensando en la obsesión belicista del comandante en jefe.

EL CONVITE

Almorzando con amigos tuvimos como tema de conversación las inquietantes relaciones con Colombia, el precio del petróleo, las declaraciones de Ortega que casi quiere hacer de Nicaragua un Estado anexo a Venezuela y en medio de todo un enjambre de opiniones, saltó una que culpaba a los precios del petróleo de todo lo que aquí acontece. Se sostuvo que de haberle tocado a éste gobierno un barril de petróleo a ocho, o diez bolívares, estaríamos contando otra historia. Los precios actuales del petróleo son los que han desencadenado esta política de chequera abierta para otros países y de paso ha abierto todas las ambiciones de riqueza que muchos allegados al régimen tenían encerradas en el closet. Con esta orgía de dígitos verdes se les abrió la tripa del despilfarro y comenzaron a gastar groseramente, sin medir ninguna de las consecuencias que pueda traer. Otra Vez el petróleo tuvo la culpa.

Rubén Osorio Canales
rubenosoriocanales@cantv.net

.
.
.
José Ortega y Gasset: "Ser de izquierdas, como ser de derechas, es una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil; ambas, en efecto, son formas de hemiplejia moral".


 Antworten

 Beitrag melden
Seite 1 von 1 « Seite Seite »
Bereits Mitglied?
Jetzt anmelden!
Mitglied werden?
Jetzt registrieren!