DIAGNOSTICO ECONOMICO FALSO

12.02.2007 18:37
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#1 DIAGNOSTICO ECONOMICO FALSO
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Rey/Reina del Foro

EN LA MEDIDA que continúe la aparente recuperación del gobernante cubano Fidel Castro,
se extenderá el paréntesis formal en que las declaraciones de inmovilismo
serán obligatorias para los funcionarios de la isla.
Estamos ''convencidos de que sólo el socialismo es capaz de brindar las posibilidades indispensables
para alcanzar el desarrollo económico'', dijo el ministro de Economía, José Luis Rodríguez, el viernes, al cierre del IX Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, de acuerdo a un despacho de la AFP.
Al ofrecer un panorama de la economía cubana, el ministro Rodríguez aseguró
que las reformas aplicadas en la década de los 90 tras la desaparición de la Unión Soviética
y el reforzamiento del embargo norteamericano, fueron para preservar el modelo socialista cubano.
''La estrategia (...) era superar los efectos de la crisis al menor costo social posible,
manteniendo y perfeccionando el modelo socialista'', dijo.

Tras una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 35% de 1989 a 1993,
un aumento del déficit fiscal del 33% y un dramático retroceso de las importaciones de un 75%,
la economía detuvo su caída en 1994 y comenzó a recuperarse en 1995 tras la aplicación de las medidas,
de acuerdo a las cifras del gobierno cubano.
Entre 1995 y el 2000, el PIB promedió un crecimiento de 4.8%,
sufrió una desaceleración 2000-2003 con un 2.8% y en el 2004 volvió a levantar a 5.4%, siempre de acuerdo a los datos oficiales.
Pero en 2004, tras varios años de recuperación, la isla enfrentó una coyuntura que Rodríguez caracteriza
como más ''agresividad'' de Estados Unidos, que intensificó su embargo,
un alza considerable de los precios del petróleo y los alimentos,
así como una expansión del crédito internacional, que llevó al gobierno a poner en marcha la centralización actual.
Se emprendieron entonces una serie de programas prioritarios: energía, transporte, hidráulico,
sociales, alimentarios y viviendas, dijo el ministro.

EL PIB creció un 5,4% en 2004; 11.8% en 2005 y 12.5% en 2006, en ambos casos incluyendo gastos sociales,
mientras que espera un 10% este año, según cifras del régimen.
El problema con los datos, ofrecidos por los funcionarios cubanos,
es que no responden a la realidad de lo que ocurre en la isla.
Esto va más allá del hecho de que Cuba tiene una forma singular de calcular el PIB, integrando a éste los costos sociales,
lo que convierte a un indicador económico internacional en una muestra de propaganda
que no puede ser comparada con dato alguno, ni verificada de forma independiente.

Pero lo fundamental es que, a l igual que ocurre en los datos macroeconómicos de la sociedad capitalista,
las cifras ofrecidas por La Habana dicen poco al cubano de a pie y no reflejan la situación nacional.
Pocos en Cuba consideran que no son necesarias reformas económicas y políticas en el país.
Estas reformas no significan la adopción de un modelo capitalista ni la conversión de la isla en una subsidiaria de Miami
(algo que puede ocurrir a la larga, si no se acometen esos cambios).

Sólo el empecinamiento de Fidel Castro ha impedido que se lleven a cabo estas reformas.
Ahora la nación enfrenta una situación sin precedente:
la tradicional espera cubana —el preocuparse sólo por sobrevivir sin existir posibilidades de cambiar el futuro—
se ha convertido en una doble espera, al unirse a lo anterior una dependencia total a la salud de un anciano.
Hay, sin embargo, una realidad que cotidianamente pasan por alto los reporteros extranjeros en la isla y los funcionarios:
el gobierno no lleva a cabo las necesarias reformas, pero tampoco es capaz de hacer retroceder la situación —en lo político,
económico y cultural— a la década de 1970, como en más de una ocasión ha mostrado ser su interés.
La incapacidad para avanzar, pero en buena medida también para retroceder, definen este paréntesis.
Sólo que si el diagnóstico mejora para Fidel Castro, disminuyen para el ciudadano común las esperanzas
de que el Estado le brinde un incremento inmediato de su nivel de vida.

No significa esto negar que la economía cubana se encuentra en una situación mejor que años atrás,
sino señalar el empecinamiento de posponer una vez más una serie de medidas que podrían aliviar las necesidades diarias,
en función del esfuerzo por mantener un control rígido.
El cubano, sin embargo, ha vivido por décadas bajo circunstancias mucho más complejas que una simple dependencia a los recursos,
avances y retrocesos económicos estatales.
Poca repercusión tienen en su vida diaria los comentarios del ministro de Economía y los problemas de la globalización.

http://armengol.blogspot.com/

Nos vemos
Dirk

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