Como han cambiado las cosas desde 1959

22.12.2006 12:36
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#1 Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )

El día que triunfó nuestra Revolución dejé de ser el escritor solitario, de vivir en función de soledad, para vivir en función de solidaridad.
Alejo Carpentier


Este quinto capítulo de la serie «Cuba: caminos de revolución» abandona el terreno de la historia estrictamente política del acontecer cubano para centrarse en el rico ámbito del arte y de la cultura que emanan de la isla. El documental con que arranca el DVD se titula Andante cantabile (arte y revolución) y está firmado por la polifacética Rebeca Chávez, quien en este caso se ha enfrentado a una empresa nada fácil, ya que mostrar la intensidad, la eficacia y la apoteosis de las políticas gubernamentales en el ámbito de la cultura cubana, y pretender hacerlo en sólo cincuenta y siete minutos, es poco menos que un sueño imposible. El resultado, por momentos irregular –como trataré de explicar en las líneas que siguen–, deja sin embargo un excelentísimo sabor de boca, pues permite que el espectador no cubano se haga una idea muy cabal del extraordinario florecimiento cultural propiciado por el gobierno revolucionario desde los primeros días de la toma del poder.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43250

.................
Si deseas adquirir por internet los DVD del ICAIC sobre la Revolución cubana, pincha en el siguiente enlace:
http://www.impulsorecords.com/shop/category.asp?catid=30




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22.12.2006 12:50
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#2 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )

Caminos de revolución. Documental
Una isla en la corriente
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43249
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Vídeo. Cuba, caminos de revolución
Antes del 59
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43144
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Cuba, caminos de revolucion. Documental
Che Guevara, donde nunca jamás se lo imaginan
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43136
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Vídeo sobre el criminal bloqueo impuesto por los EEUU al pueblo de Cuba
Desafío
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43134
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"La solidaridad internacional"
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42953
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"Momentos con Fidel"
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42952
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22.12.2006 12:53
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#3 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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LA CUBA DE AYER

por Esteban Fernández

Comparado con la tragedia de haber perdido la Patria solo existe el dolor de, constantemente, ver como se denigra a esa Patria que nosotros vivimos, disfrutamos, recordamos, añoramos y respetamos Solamente usted tiene que entablar una conversación con alguien que no sea cubano (y hasta con algunos cubanos también) e iniciar una crítica a la tiranía castrista y rápidamente nos responden: “¡Ah, sí, pero antes de Castro allí había mucha prostitución!”.

Y yo me quedo frío porque ¿los que así se expresan no han visitado Las Vegas donde podemos encontrar miles de rameras?. ¿No han pasado por Hollywood Blvd. lleno de fleteras el año entero?. Entonces ¿también merece esta gran nación norteamericana una tiranía sangrienta porque aquí hay prostitutas?. ¿Y, con Castro, no hay en Cuba jineteras?.

Y de pronto nos dicen: “Pero, en Cuba, antes de Castro, había políticos corruptos” y yo pregunto: “¿Qué diablos es Bill Clinton?”. Cuba tuvo 14 Presidentes en 50 años pero tal parece que “el único gobernante de la Cuba antes del fidelato fue Fulgencio Batista”. Y enseguida que uno critica a Fidel, o demuestra cariño por la Cuba antes de Fidel, sale un comebola a decir: “¡Oh, pero allí estaba Batista, y Batista también era malo!”...

¿Eso quiere decir que República Dominicana se merece 45 años de tiranía porque allí “hubo un Trujillo”? o ¿Nicaragua se merece lo mismo por haber tenido un Somoza?... Que unos tontos extranjeros se expresen así es comprensible, lo increíble es que parte del pueblo cubano, viviendo dentro de las entrañas del monstruo, maniatados, esclavizados, chivateados, dice: “¡Nosotros no queremos volver a los oprobios del pasado!”. Cada vez que yo escucho eso pienso: “¡No fastidien, si hasta el infierno de Dante es mejor que la basura de castrismo en que ustedes viven allí!”...

Otros dicen: “Pero, en Cuba, en los Casinos de La Habana, habían gángsteres americanos?”. Y ¿quienes mandan en los Casinos de Las Vegas, los Boy Scouts?”. Nos dicen que “Allí había pobreza antes de Castro”. Y ¿qué hay ahora? Y ¿no han visitado algunos barrios de desamparados en Tijuana, en Cali, y aquí mismo en el South Central L.A.?. Entonces ¿merece México, Colombia, los países latinoamericanos y los propios Estados Unidos una dictadura porque parte de la población vive en la pobreza?”... Y nos dicen: “Pero, en Cuba se discriminaba a los negros!”. Por favor, si en esa época remota (que yo no conocí ni vi) que ellos dicen “se discriminaba a los negros en Cuba” aquí en los Estados Unidos no los dejaban ni montar en las guaguas, no podían votar en las elecciones y no los dejaban tomar agua en los bebederos de los blancos.

Si Cuba merecía a Fidel Castro porque los negros no podían entrar a bailar en “El Casino Español” de La Habana, entonces los Estados Unidos merecen a Hitler. Sí, claro que sí, y nadie lo discute, que en Cuba, antes de Castro, se cometían errores, y habían prostitutas, y habían políticos ladrones, y Batista nunca debió haber dado el Golpe de Estado, y algunos gángsteres americanos visitaron La Habana y quizás tenían acciones en algunos Hoteles y Casinos de La Habana, PERO ESO PASA EN TODAS PARTES y nada de eso JUSTIFICA a Fidel Castro. La verdad es una: Con todos esos fallos y defectos CUBA ERA UN PARAÍSO y eso producía, y sigue produciendo, envidias. La envidia de muchos países latinoamericanos, la envidia de algunos cubanos dentro del estercolero castrista, y hasta la envidia de muchos norteamericanos. Sobre todo cuando van a buscar trabajo a un Banco en Miami y se enteran que el Presidente se llama Pepe Pérez y nació en ¡LA CUBA DE AYER!.

http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagef037.php


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22.12.2006 12:58
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#4 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )

Cuba fue una fiesta
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42580
..............
Documental de Oliver Stone
"Looking for Fidel"
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=42621
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22.12.2006 13:01 (zuletzt bearbeitet: 22.12.2006 13:03)
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#5 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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LA CUBA DE AYER








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22.12.2006 13:01
avatar  Cubamulata ( gelöscht )
#6 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )

@Esteban Fernández
mira los videos y después redacta otro artículo!!!!!!jajajajajaja
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22.12.2006 13:07
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#7 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cifras de la Cuba Pre-revolucionaria

Según la ONU, la OMS y la OIT

Desde los primeros días del triunfo revolucionario de 1959, en Cuba, tras la huida del dictador Fulgencio Batista, se inició un progresivo control gubernamental de los medios informativos, hecho que estuvo acompañado de una campaña propagandística sin precedente en la historia de la isla.

Alentada no sólo por los medios oficiales de prensa internos sino también por Radio Habana Cuba, emisora estatal que transmite para el extranjero en decenas de idiomas, y la agencia oficial Prensa Latina, la campaña hizo un énfasis especial en la miseria que supuestamente vivía la isla, y el control económico que ejercía sobre ella Estados Unidos.

Ante los ojos de quienes no tenían a mano cifras concretas, Cuba era prácticamente un burdel manejado por Washington.

Por supuesto, Cuba no era un país desarrollado, ni las riquezas se distribuían necesariamente de manera equitativa -tampoco se han distribuido así durante el período marxista-leninista-, pero en 1958 sólo el 14% del capital total invertido en la isla era norteamericano. El 62% de los bienes de la industria azucarera, el principal renglón de la economía nacional, era propiedad de cubanos.

En 1953, Cuba poseía el número 22 en el mundo en médicos por habitantes, con 128.6 por cada 100 mil. Su tasa de mortalidad era de 5.8 -tercer lugar en el mundo-, mientras que la de Estados Unidos era de 9.5 y la de Canadá de 7.6. A fines de los 50, la isla tenía la tasa de mortalidad infantil más baja de América Latina con 3.76, seguida por Argentina con 6.11, Venezuela 6.56 y Uruguay 7.30, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Cuba ocupaba el lugar número 33 entre 112 naciones del mundo en cuanto a nivel de lectura diaria, con 101 ejemplares de periódicos por cada mil habitantes, lo cual también contradice el argumento de que el país estaba formado por un gran número de analfabetos.

Tan sólo en materia de artículos suntuarios, Cuba poseía en 1959 un radio por cada cinco habitantes, un televisor por cada 28, un teléfono por cada 38 y un automóvil por cada 40 habitantes, según el Anuario Estadístico de Naciones Unidas.

De hecho, inclusive los más importantes escritores y artistas cubanos, reconocidos internacionalmente, habían hecho ya lo más importante de su obra antes de la llegada de Castro al poder. Entre éstos, sin importar su posición política, estaban José Lezama Lima, probablemente el hombre de letras más relevante de Cuba en este siglo; el poeta y dramaturgo Virgilio Piñera, que revolucionó el teatro cubano con el estreno de Electra Garrigó en 1948, dos años antes de que el franco-rumano Eugenio Ionesco, padre del teatro del absurdo, estrenara en París La Soprano Calva; los pintores Amelia Peláez, René Portocarrero, Wilfredo Lam y otros tantos; el novelista Alejo Carpentier, autor de El Siglo de las Luces; el poeta Nicolás Guillén; la bailarina Alicia Alonso; y, por supuesto, un número extraordinario de compositores e intérpretes de la música popular como Ernesto Lecuona, Amadeo Roldán, Alejandro García Caturla, el Trío Matamoros, Sindo Garay, Eliseo Grenet, Hubert de Blank, Benny Moré, Dámaso Pérez Prado y muchos más.

He aquí algunos datos relacionados con la salud pública, el sector laboral y la educación:

Salud Pública:

En 1958, Cuba tenía una población de 6, 630.921 habitantes. En esa época, había en la isla 35 mil camas de hospitales, un promedio de una cama por cada 190 habitantes, cifra que excedía la meta de los países desarrollados de esa época de 200 personas por cama de hospital. En 1960, Estados Unidos tenía una cama de hospital por cada 109 habitantes.

También ese año, la nación tenía un promedio de un médico por cada 980 habitantes, superada en América Latina sólo por Argentina con uno por cada 760 y Uruguay con uno por cada 860. Tenía un destista por cada 2.978.

Estos datos se encuentran en el Anuario Estadístico de la ONU de su época.

Relaciones Laborales:

En 1958, un trabajador industrial cubano ganaba un salario promedio de 6 dólares diarios por jornada de ocho horas, mientras que un trabajador agrícola, en el mismo período, ganaba 3 dólares.

Cuba ocupaba el lugar número 8 en el mundo en el pago de salarios a trabajadores industriales, superada sólo por los siguientes países:

1.- Estados Unidos ($16.80)

2.- Canadá ($11.73)

3.- Suecia ($8.10)

4.- Suiza ($8.00)

5.- Nueva Zelanda ($6.72)

6.- Dinamarca ($6.46)

7.- Noruega ($6.10)

En el renglón de los salarios a trabajadores agrícolas, Cuba ocupaba el lugar número 7 en el mundo, superada sólo por los siguientes países:

1.- Canadá ($7.1

2.- Nueva Zelanda ($6.72)

3.- Australia ($6.61)

4.- Estados Unidos ($6.80)

5.- Suecia ($5.47)

6.- Noruega ($4.3

Estos datos fueron divulgados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza, en 1960.

En 1958, Cuba contaba con una fuerza laboral de 2,204.000 trabajadores. La tasa de desempleo de esa fecha era del 7.07%, la más baja de América Latina, según datos del Ministerio del Trabajo de Cuba.

Educación:

Ese mismo año, Cuba tenía tres universidades financiadas por el gobierno y otras tres de carácter privado. La matrícula de las universidades bajo el control del gobierno era de 20 mil estudiantes.

Había 900 escuelas privadas oficialmente reconocidas, incluyendo las tres universidades privadas, con una matrícula total que superaba los 100 mil estudiantes.

El sistema de educación pública contaba con 25 mil maestros, y el de la educación privada con 3.500.

A mediados de la década del 50, había 1.206 escuelas rurales en Cuba, así como un sistema de bibliotecas móviles con un total de 179.738 volúmenes.

También en 1958, Cuba tenía 114 instituciones de educación superior, por debajo del nivel universitario -institutos, escuelas politécnicas y escuelas profesionales- financiadas por el gobierno. Sólo en 1957, estas instituciones capacitaron a 38.428 estudiantes.

Había en la isla en 1958, una tasa de analfabetismo del 18 por ciento.

Estos datos se hallan en los archivos del Ministerio de Educación de Cuba.

Era el país de América Latina con el mayor presupuesto dedicado a la educación, en 1958, con el 23% del total, seguido por Costa Rica, 20%, y Guatemala y Chile con 16%, según América en Cifras, de la Unión Panamericana.

Entre finales de la década de los 40 y 1958, el valor de la moneda nacional cubana, el peso, era equivalente al dólar.

En la mayoría de los renglones en que Cuba no ocupaba el primer lugar en América Latina, en cuanto a calidad de vida, era superada únicamente por Argentina y Uruguay, según el Anuario Estadístico de Naciones Unidas.

© CONTACTO Magazine

Publicado el 27 de octubre de 2001 en CONTACTO Magazine


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22.12.2006 13:08 (zuletzt bearbeitet: 22.12.2006 13:10)
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#8 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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In Antwort auf:

Historia de Cuba - Datos adicionales.
En el formato y estilo de Circuito Sur.

Datos y estadísticas de la Cuba Republicana hasta 1958 vs Cuba Comunista desde 1959 a la fecha.
Nota: En 1958 Cuba tenía una población aproximada de 6,200,000 de habitantes. Estos datos son de las Naciones Unidas, y otros organismos internacionales.

Usamos 1958 como fecha de referencia para Cuba Republicana, pues algunas datas son de 1954, o 1956.

Medios de comunicación masivos. Todos estos medios se los robaron los comunistas - socialistas al tomar el poder.

En 1958 Cuba tenía 58 periódicos diarios (varios de mayor circulación nacional), y 126 revistas semanales (diferentes formato), 3 no especializadas de mayor circulación a nivel nacional, segundo lugar de América. - Cuba republicana.

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http://aguadadepasajeros.bravepages.com/...cas_de_cuba.htm
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22.12.2006 13:11 (zuletzt bearbeitet: 22.12.2006 13:11)
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#9 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )
Reseña: Cuba en el corazón. Capítulo 2.- Antes del 59

Manuel Talens
Rebelión

Viví en el monstruo y le conozco las entrañas; y mi honda es la de David.

José Martí


El 28 de abril de 1823 John Quincy Adams, que dos años más tarde se convertiría en presidente de los Estados Unidos, le dio estas instrucciones a su embajador en España: «Cuba y Puerto Rico, por su posición local, son apéndices naturales del continente norteamericano y una de ellas, la isla de Cuba, casi a la vista de nuestras costas, ha venido a ser por multitud de razones de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de nuestra Unión. Cuando se echa una mirada hacia el curso que tomarán probablemente los acontecimientos en los próximos cincuenta años, casi es imposible resistir la convicción de que la anexión de Cuba a nuestra república federal será indispensable para la continuación de la Unión y el mantenimiento de su integridad.» Con aquellas inequívocas palabras se iniciaba para el pueblo cubano una pesadilla que, casi dos siglos después, todavía perdura.

El DVD que hoy comento, Antes del 59, trata de esa pesadilla, sin la cual resulta imposible entender los pormenores del nacimiento de Cuba como nación soberana al principio del siglo XX y de su ineludible destino revolucionario. Consta de cuatro documentales que se complementan entre sí: el que da título al segundo capítulo, dirigido por Rebeca Chávez, se inicia con imágenes de finales de 1958, cuando ya está a punto de terminar la guerra de guerrillas, y tras una emocionada lectura en la que la voz de Fidel Castro desgrana las palabras martianas puestas en exergo al principio de esta reseña, salta en un flashback hasta el conocidísimo episodio del Maine, que cambió el signo de la guerra de independencia y sumió a la isla en cincuenta y siete años de neoesclavitud, tras lo cual la narración avanza en sentido cronológico; los extras son La primera intervención, realizado por un colectivo de directores, en donde se pulverizan sin contemplaciones los argumentos heroicos con que la maquinaria propagandística estadounidense dio su particular versión de lo que había sucedido en esta primera guerra imperialista; Crónica de una infamia, de Miguel Torres, plasma los detalles de un chusco episodio de 1949, al que me referiré más adelante, que deja a las claras hasta qué punto el imperialismo menosprecia a sus servidores y, por último, Viva la República, de Pastor Vega, contiene interesantísimos datos estadísticos que completan, por así decirlo, las informaciones de los otros tres documentales. Sin duda alguna, tras el visionado de este DVD, el espectador –cubano o no cubano– terminará con una idea muy certera y cabal de por qué, cómo y cuándo sucedieron los hechos que desembocaron en el triunfo de la Revolución. Las líneas que siguen sólo pretenden ser un comentario de las imágenes, que hablan por sí mismas, al filo de la historia.

En el ocaso del siglo XIX el Estado español era ya un cadáver ambulante y su poderío colonial estaba a punto de sucumbir en América a manos del ejército mambí. Todo habría podido desarrollarse de acuerdo con el guión de no haber sido por el prematuro fallecimiento en 1895 de José Martí –el ideólogo, el delegado, el maestro, el presidente, lo llamaban– y por la ambición neocolonialista del coloso del norte, que no había olvidado las palabras de Adams setenta y cinco años atrás. En efecto, los Estados Unidos, tras haberse apoderado a lo largo del siglo XIX de todo el territorio continental que ahora ocupa, necesitaban nuevas fuentes de materias primas, mano de obra barata y áreas de inversión para sus capitales sobrantes. Como por casualidad, Cuba cumplía con las premisas económicas de tales ambiciones y, además, estaba situada en el camino hacia un canal, el de Panamá, cuyo objetivo primordial iba a consistir en facilitar el paso de los barcos del incipiente imperio desde el Atlántico al Pacífico. Para el espectador occidental, acostumbrado a que en el cine hegemónico le cuenten fábulas inverosímiles de héroes yanquis que ayudan a sus semejantes por el mero gusto de hacer el bien, el impecable análisis materialista que aquí se hace de aquellos hechos puramente monetarios de la historia resulta sencillamente irresistible, y ello incluso si el soporte fílmico ahora digitalizado es de baja calidad, en blanco y negro y carece de la maravillosa realidad virtual de las modernas imágenes sintetizadas al ordenador. A lo largo de estos cuatro documentales, los unos mejores que los otros, la historia prerrevolucionaria del pueblo cubano fluye con esa sensación reivindicativa de las verdades que se escupen con insolencia y que, por una vez –bendita vez–, no surgen desde las cámaras desinformadoras del monstruo Goliat, sino desde un país que cuenta sin miedo «su» versión y contrarresta con argumentos irrebatibles las mentiras del imperialismo. Sí, la honda de Cuba es la de David.

Y así, una vez establecido el porqué los Estados Unidos ambicionaban Cuba, asistimos con pelos y señales al crimen de guerra que los Estados Unidos se infligieron a sí mismos –los documentos al apoyo de dicha afirmación fueron desclasificados no hace mucho por el Pentágono– al dinamitar uno de sus barcos en la bahía de La Habana (el Maine, donde murieron 266 tripulantes, carne de cañón de su propio gobierno) con la única finalidad de acusar a la agónica España del atentado, declararle la guerra, ganársela y quedarse con la isla. El botín que obtuvieron no era, desde luego, el paraíso terrenal para los cubanos, pues tras cuatro siglos de asentamiento en la perla de las Antillas, y para vergüenza de quienes todavía estudian con ojos benevolentes el antiguo estado colonial español, el espectador aprende aquí unas cifras estadísticas que hielan la sangre: de los 1.572.797 habitantes censados que Cuba tenía en 1898, 950.000 estaban desocupados, 890.000 eran analfabetos, había dos veces más policías que maestros y tres veces más policías que médicos.

Una vez ganada fácilmente aquella guerra, a la que a última hora los Estados Unidos le cambiaron el nombre con su habitual desfachatez, pues de ser una dignísima guerra de independencia pasó a ser conocida como hispano-norteamericana, todo les resultó fácil. Tras cuatro años de ocupación militar y una vez disuelto el ejército de los mambises –los auténticos héroes del conflicto–, el imperio instaló una República con leyes hechas a su medida que le permitían intervenir militarmente a su guisa, amén de asegurarse el control del tabaco, el azúcar, la minería, el ferrocarril, tierras en propiedad –la base de Guantánamo–, la banca… es decir, todo el aparato económico. Para mayor escarnio, lo hicieron reservándose el papel de salvadores y amigos entrañables del pueblo cubano.

El primer cuarto del siglo XX transcurrió con presidentes fantoches que le hacían el caldo gordo al imperio mientras la miseria seguía en aumento y fomentaba la insurrección. En 1925, al calor de la reciente revolución rusa, Julio Mella creó la Federación Estudiantil Universitaria (la FEU, donde años más tarde iniciaría su labor activista un jovencísimo Fidel Castro) y el Partido Comunista de Cuba, pero no tardó en ser asesinado en México por orden del entonces presidente cubano Gerardo Machado. Sin embargo, el mero hecho de la existencia de Mella en aquella sociedad rígidamente dividida en ricos y pobres daba a entender que la semilla libertaria de José Martí seguía vigente. En 1933, tras grandes desórdenes callejeros y huelgas revolucionarias, cayó el presidente Machado –otro payaso más de una larga lista– y triunfó el golpe de estado de los sargentos, que desde luego no arregló la situación, pues entre ellos se encontraba una figura clave de la Cuba poscolonial, Fulgencio Batista, quien desde entonces, ¡durante veinticinco años!, pasó a controlar el país hasta el triunfo de la Revolución, bien como jefe del ejército o como presidente en su última etapa. Bajo su mandato se acrecentó la dependencia cubana con respecto a los Estados Unidos, se institucionalizó el gangsterismo (una de las escenas documentales, tomada en directo, es digna de El Padrino), la corrupción se volvió galopante y la caza de brujas del maccarthysmo se reflejó en la isla con múltiples asesinatos de izquierdistas (Antonio Guiteras y Jesús Menéndez fueron los más destacados de una larga lista). Pero aquella situación insufrible dio lugar, en contrapartida, al nacimiento de una generación de jóvenes revolucionarios, varios de ellos conscientemente marxistas, capitaneados por Fidel Castro y su hermano Raúl, que tomaron en sus manos la vieja antorcha de Martí en el año de su Centenario. El resto es de sobra conocido: el fracasado asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, que se saldó con una represión brutal; el encarcelamiento de sus dirigentes y su posterior amnistía; México, el Che, el desembarco del Granma, la Sierra Maestra, Camilo Cienfuegos, la lucha clandestina en las ciudades, Frank País, Celia Sánchez, los bombardeos indiscriminados de civiles por parte del ejército batistiano con material bélico procedente de la base de Guantánamo y, por último, con la ayuda impagable de la población, la victoria definitiva del ejército rebelde pese a su inferioridad numérica y armamentista.

De entre las muchas imágenes impresionantes que aquí se ven, me gustaría destacar dos secuencias que, a mi parecer, justifican por sí solas la compra de este DVD. Ambas están relacionadas con un episodio acaecido en 1949: durante una de las visitas «amistosas» de los barcos de guerra estadounidenses a La Habana, las tripulaciones aprovecharon para hacer uso del gran centro de diversión que era entonces la capital y un grupo de marines armó una gresca nocturna ante el monumento a José Martí que hay erigido en el Parque Central. Todo empezó cuando uno de ellos, completamente borracho, se encaramó hasta lo alto y se sentó sobre la cabeza del prócer. La juventud cubana que andaba por allí, ofendida, se les enfrentó y, como era de esperar, los causantes del alboroto terminaron detenidos por la policía. Pero a la mañana siguiente –en gesto de buena voluntad, según se dijo– los presuntos culpables fueron entregados a las autoridades militares estadounidenses y la afrenta quedó impune. La indignación que se suscitó en Cuba ante una actitud tan servil por parte de un gobierno supuestamente soberano al que le acaban de ultrajar el símbolo de su independencia fue mayúscula y los radicalizados estudiantes habaneros se echaron a la calle. Pronto hubo disturbios en la Universidad e intervención represora de las fuerzas de seguridad. Pues bien, la primera de las dos secuencias a que me refería más arriba procede de dichos disturbios: se trata de una toma en directo, con cámara al hombro en el fuego de la acción, y en ella, con el plácido y majestuoso contrapunto del Adagio de Albinoni como único fondo sonoro, se ve la enmudecida algarabía de los estudiantes que bajan corriendo por las escalinatas frontales del Alma Máter en lo que constituye una cita inesperada y sin duda casual de la célebre escena de las escalinatas de Odessa en El acorazado Potemkin, de S. M. Eisenstein. Los reporteros anónimos que tomaron tales imágenes no pudieron ensayar con actores ni tuvieron tiempo alguno para pensar los planos como el maestro de Riga y esta filmación de la barahúnda estudiantil que baja como un río desbocado carece de la grandeza épica inherente a la película soviética, pero deja en la retina una sensación de déjà vu que constituye en sí misma un maravilloso homenaje estético al arte del cine. En la otra secuencia, ésta de carácter ético y ante la cual el espectador no sabe si reír o llorar, aparece el «honorable» embajador de los Estados Unidos en Cuba –un tal Robert Butler–, quien sin duda ante el cariz que habían tomado las protestas populares se presentó ante los medios y, evidentemente en inglés (faltaría más), empezó a pedir disculpas al pueblo cubano por la profanación de la estatua de… ¿de quién? El infeliz no lo sabía. Por fortuna, su aturdido desconcierto –se lo ve retirarse fuera de campo con el rabo entre las piernas tras no haber podido pronunciar el nombre de José Martí– quedó filmado por el implacable ojo de la cámara fija y pasará a la posteridad como uno de esos momentos cinematográficos imprescindibles del género documental. La prepotencia de los auténticos amos de aquella Cuba quedó así al descubierto: la isla era para ellos un inmenso negocio, no la tierra de un pueblo soberano con una cultura, una lengua, unos sentimientos propios y unos héroes venerados que como mínimo merecían el respeto de conocer su existencia. ¿Habría entendido acaso aquel diplomático de pacotilla si el embajador cubano en Washington, ante un caso similar, hubiese ignorado no ya la existencia, sino el mismísimo nombre de Thomas Jefferson? Es curioso que hoy en día, más de cincuenta años después, las cosas no hayan cambiado mucho en la cúpula del imperio, que con ensoberbecida incultura sigue sin tomarse la molestia de estudiar los símbolos de sus súbditos o de aprender el apellido de los dignatarios que les sirven de coro, como demostró el presidente George W. Bush al referirse a José María Aznar –un fiel palafrenero de Washington en la guerra sucia de Irak– como Ánsar, apelación que en España se le ha quedado pegada a la piel y que circula en centenares de chistes por el ciberespacio.

Pero toda esclavitud nunca aceptada tiene su día de libertad y, tras el triunfo de la Revolución, en un acto multitudinario ante las masas, un festivo Fidel Castro en plena forma oratoria proclamó: «Esta vez, por fortuna para Cuba, la Revolución llegará de verdad al poder, no será como en el 95, que vinieron los americanos y se hicieron dueños de esto, que intervinieron a última hora y después ni siquiera dejaron entrar a Calixto García, que había peleado durante treinta años, no lo dejaron entrar en Santiago de Cuba. No será como en el 33, que cuando el pueblo empezó a creer que una Revolución se estaba haciendo, vino el señor Batista, traicionó la Revolución, se apoderó del poder e instauró una dictadura por once años. No será como en el 44, año en el que las multitudes se enardecieron creyendo que al fin el pueblo había llegado al poder y los que llegaron al poder fueron los ladrones. Ni ladrones, ni traidores ni intervencionistas, esta vez sí que es la Revolución…».

Sí, fue la Revolución, el sueño de José Martí convertido en realidad, pero al igual que en el tango de Gardel, mientras el músculo cubano se disponía por fin a dormir tranquilo en el silencio de la noche después de tanto sufrimiento, la ambición del gigante norteño siguió trabajando para poner en peligro aquella patria al grito de guerra. La pesadilla no había terminado.

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avatar  dirk_71
#10 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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22.12.2006 14:08
avatar  Chaval
#11 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Rey/Reina del Foro

Dirk, ist das nicht eigentlich unter deinem Niveau, diese billigen Propagandavideos (die ausserdem hier schon zigmal von Evita angepriesen wurden) reinzustellen??


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22.12.2006 14:14
avatar  dirk_71
#12 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Rey/Reina del Foro

In Antwort auf:
Dirk, ist das nicht eigentlich unter deinem Niveau, diese billigen Propagandavideos (die ausserdem hier schon zigmal von Evita angepriesen wurden) reinzustellen??


Die Videos entsprechen exakt dem Niveau der Artikel von Cubamulata, halt nur die andere Seite der Propanda....
Nos vemos
Dirk
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Das Infoportal zu Kuba (mit täglichen News aus Kuba, Casas Particular Datenbank und vielem mehr ):
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22.12.2006 14:17
avatar  Chaval
#13 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Rey/Reina del Foro

Ach so, du stellst es nur rein, um die Primitivität der gusano-Propaganda zu veranschaulichen! Es beruhigt mich zu hören, dass du dich nicht inhaltlich mit dem Dreck identifizierst!


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22.12.2006 14:21
avatar  dirk_71
#14 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Rey/Reina del Foro

In Antwort auf:
Ach so, du stellst es nur rein, um die Primitivität der gusano-Propaganda zu veranschaulichen! Es beruhigt mich zu hören, dass du dich nicht inhaltlich mit dem Dreck identifizierst!


Genauso wenig wie der Quatsch aus der Junge Welt oder den von Cubamulata zitierten Seiten....
Wenn sie schon fast die gesamte Propagandaseite http://www.rebelion.org/ hier postet....
Wobei ich den Begriff "Gusano" auch nicht gerade von Dir erwartet hätte,
denn ein besonders hohes Niveau vermittelt er auch nicht....


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Dirk
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22.12.2006 14:26
avatar  Chaval
#15 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Rey/Reina del Foro

Oh sorry, im Eifer des Gefechts vergaß ich die Anführungsstriche! Kleiner Lapsus.....


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23.12.2006 18:57
avatar  Cubamulata ( gelöscht )
#16 RE: Como han cambiado las cosas desde 1959
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Cubamulata ( gelöscht )

El Parlamento cubano aprobará este mes una ley que permitirá a los transexuales cambiar de sexo

En diciembre, el Parlamento cubano deberá aprobar un proyecto de ley de vanguardia, que permitirá a los transexuales cambiar de sexo. Como toda la sanidad, también la operación quirúrgica y la asistencia sicológica será gratuita.


Después parece que se comenzará a discutir la oportunidad de legalizar los matrimonios gay, pero sobre todo las uniones de hecho, que de acuerdo a la mentalidad y las costumbres de la isla, también para las parejas heterosexuales, son mucho más frecuentes.


El cambio de identidad en los documentos es desde hace tiempo posible: Si Mario (Mario, como el personaje de la telenovela gay que ha apasionado y dividido a la Isla) decide llamarse Lola, basta con aportar 4 fotografías recientes. Para el cambio de sexo nosotros estamos en la lista de espera, como nos dice Wendy, la rubia recepcionista en minifalda que nos recibe en el CENESEX (Centro Nacional de Educación Sexual) y que será de los primeros organismos en supervisarlos.


Encontramos a Mariela Castro, hija de Raúl Castro junto a Vilma Espín (la residenta de la Federación de Mujeres Cubanas –FMC-) al final de la jornada de trabajo en su oficina de La Habana.


¿Está probando a rectificar uno de los más importantes errores cometidos por la revolución, dirigida incluso por su padre, contra los homosexuales?


R- Sí, aquel fue un error de la revolución, al final de los años sesenta y setenta. Aunque no fue tanto el fruto de una política explicita, más bien de unas actitudes socio-culturales derivadas históricamente de la herencia cultural española....
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=43239
.............





A los grandes hombres los quieren o los odian...no hay término medio.
saludos!


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