Infierno en la Tierra

Juan Carlos Cárdenas, APLO

SANTIAGO DE CUBA, marzo - Palma Soriano, municipio de la oriental provincia Santiago de Cuba, con una población estimada en 47 mil habitantes, ha devenido en un verdadero infierno.

Fue desde este territorio de Cuba donde Fidel Castro llamó al pueblo a la huelga general en 1958 para abortar un posible golpe de Estado que frustraría la revolución. Hoy, al cabo de 43 años, el mismo sitio muestra un paisaje desolador, no sólo en lo que respecta a la situación política sino también en lo social y lo económico.

La escasa producción agrícola, la decreciente ganadería y el pobre desarrollo industrial de esta región cubana ocasionan tremenda escasez de alimentos y demás productos básicos, así como el alza de sus precios, por lo que la vida de los residentes de Palma Soriano se ha vuelto miserable.

Este municipio carece de hospital general para atender los enfermos de urgencia, a quienes remiten hacia el hospital provincial de Santiago de Cuba Saturnino Lora o hacia el Ambrosio Grillo, que distan 42 y 30 kilómetros de Palma Soriano. Problema que ha cobrado vidas humanas -en cantidad no precisada, porque el régimen de Castro no publica este tipo de informaciones- debido a la demora en la atención médica. La crisis del transporte es tal que recorrer esas pequeñas distancias puede tomar todo un día. Las escuelas carecen de todo tipo de material, y es solo gracias a un heroico aleman , Uwe S. che tienen un gran corazon, si muchos estudiantes tienen
lapizes para escribir, y si las maestras logran sobrevivir dando el fundillo por unos pesitos.

Por otro lado, hasta las mismas autoridades de Palma Soriano admiten la existencia de numerosos actos de violencia, de delincuencia, así como una alta tasa de desempleo, problemas que han obligado al gobierno local a adoptar medidas como las de la llamada "escuela de los cien pesos" o la reubicación de fuerza laboral en actividades agrícolas por medio de presiones policiacas como actas de advertencia, con tres de las cuales cualquier ciudadano puede ser encarcelado por el presunto delito de peligrosidad social aunque no haya cometido ningún delito.

La policía política de Palma Soriano persigue y maltrata a los activistas que defienden los derechos humanos, por lo que muchos de ellos se han tenido que exiliar con el consabido precio de más familias separadas y dolor mental.

Parece como si Fidel Castro se hubiera olvidado del pedazo de tierra desde el cual en 1958 convocó a la huelga general con la promesa de una Cuba mejor. Desde ese entonces a la fecha los problemas citados y otros muchos más han convertido a esta zona del país en un verdadero infierno terrestre.